Esta puerta metálica, que se encuentra en una zona de paso muy transitada, presenta un aspecto un tanto deteriorado debido a la oxidación que ha comenzado a afectarle. Para poner freno a este problema vamos a daros un buen consejo. 
PASO 1
Lo primero que haremos es soltar y retirar la manilla para poder trabajar con mayor comodidad.
PASO 1
PASO 2
A continuación, repasamos la zona oxidada con la lijadora con forma delta, que nos permitirá llegar a las zonas de difícil acceso, y una hoja de lija de grano fino.
PASO 3
PASO 3
Después de realizar este trabajo, retiramos el polvo que se haya producido al lijar con un trapo humedecido en alcohol.
PASO 4
PASO 4
Aplicamos en la zona afectada una imprimación multiuso al agua para la preparación y protección de todo tipo de superficies, en este caso metálica. Un producto de buena adherencia, secado rápido y anticorrosivo.
PASO 5
PASO 5
Cuando la imprimación se haya secado, con la ayuda de un rodillo, aplicaremos en toda la puerta un esmalte satinado en base acuosa para la protección y decoración de superficies, t
anto en exteriores como en interiores. Daremos dos manos respetando los tiempos de secado entre una y otra.
PASO 6

PASO 6
Para terminar la puesta a punto, colocaremos de nuevo la manilla en su posición.
PASO 7
PASO 7
De esta manera, ya tendremos la puerta en perfectas condiciones para una larga temporada.
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