Del circuito al cable: La toma de tierra.

Lo primero que nos percatamos, cuando vamos a implementar un circuito eléctrico en nuestra instalación, es que, en la mayoría de los casos, nos sobran cables.

Esto es así porque en los esquemas de cableado no se suele indicar la toma de tierra, marcando solo dos hilos y no tres. O en el mejor de los casos, cuando esta se considera imprescindible como una breve indicación desde el punto de consumo o salida hasta un triangulo rallado, como podemos ver en la imagen.

Pero este triangulo, en realidad, es toda una instalación de cable aislado con una protección de color amarillo y verde. Así pues el cable que parece sobrarnos, el de dos colores, es una medida de seguridad.

Os preguntareis como y de que nos protege. Y en caso de no tenerlos, y necesitarlo, como puedes conseguir uno.

Veamos hoy la primera de las cuestiones.

¿Cómo nos protege el cable de toma de tierra?

Si nuestra instalación es correcta tendrá, en el cuadro de automáticos interruptores bipolares. Normalmente en la parte visible suele poner una indicación de si es bipolar o unipolar ya sea con dichas palabras o con el esquema que podemos ver en la figura. Si no son bipolares, es decir si son unipolares, quiere decir que el cable de tierra solo nos protegerá en uno de los posibles fallos, pero no en el otro.

Todo equipo de consumo eléctrico, desde una bombilla a un complejo electrodoméstico u ordenador, realiza su función consumiendo la energía que obtiene por el paso de partículas cargadas por su interior. Estas partículas se mueven desde el punto de mayor al de menor carga. Como vimos hace tiempo, esa diferencia de carga se llama potencial o voltaje. Partículas cargadas existen en todos los cuerpos y objetos. Es lo que conocemos por electricidad estática. Las partículas, realmente, no saben de equipos de consumo, instalaciones eléctricas, carcasas o personas. Por eso, a veces, al tocarse dos personas, al tocar un coche o una puerta, o en otras circunstancias salta una chispa, que nos da un calambrazo. Eso, aparte de la leve molestia no es peligroso, normalmente. La carga de estática de la naturaleza suele ser baja. Sin embargo nosotros elevamos esa diferencia, ese voltaje, artificialmente en nuestra instalación domestica, a valores que son útiles, pero pueden ser peligrosos.

Así que cuando un cable se pela, o la humedad o partículas de suciedad comunican parte de un circuito con la carcasa, o cualquier parte que nosotros podemos tocar se crea un posible circuito entre las piezas no eléctricas, en principio, del equipo, nosotros y el suelo, que también tiene su carga. En realidad nos da igual el sentido que tomen las cargas: del suelo al equipo o del equipo al suelo. Al pasar a través de nosotros pueden causarnos daños en el cuerpo, el más habitual y critico es un infarto, ya que la comunicación nerviosa, y las ordenes a los músculos son, también, variantes de energía eléctrica, de muchísima menor intensidad.

La mayoría de equipos, casi todos los electrodomésticos entre ellos, conectan esas partes metalizas, que nosotros podemos tocar al cable de la toma de tierra. El objetivo es que si alguna parte de la instalación sometida a tensión eléctrica entrara en contacto con las partes que no deben estarlo se cierre el circuito con la tierra. Como esto ofrece poca resistencia la intensidad que podría circular por el circuito es alta y ello debe provocar que salte y se corte el automático.

Esa es la importancia de tener una tierra correcta y un automático bipolar: que la tensión que pasaría a través de nuestro cuerpo, causándonos lesiones, no lo haga, ya que no se quedaría acumulado sino que se iría a tierra haciendo saltar el automático. Al ser este bipolar salta con que cualquiera de las partes del circuito derive a tierra.

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